El Disparate Económico de la Semana / 11.11.2009
El disparate económico de la semana ha sido la decisión anteayer, de la Comisión Europea de dar a España a un año más de plazo, hasta 2.013, para cumplir el pacto de estabilidad. Sin embargo ayer, Barclays publicó un informe sobre nuestras cuentas públicas, señalando la imposibilidad absoluta de que España cumpla en 2.013, ni en 2.014, ni se sabe cuándo, pues según el banco británico, el déficit del Estado superará el 10% en los próximos tres años, y eso suponiendo que la subida de impuestos recaude 11.000 millones más en 2.010 y 20.000 millones más en 2.011, lo cual es metafísicamente imposible por la caída incesante del consumo consecuencia del incremento imparable del paro y el desplome de las expectativas de renta permanente de las familias, el principal condicionante del consumo. La subida de los impuestos especiales hace unos meses, no evitó que la recaudación siguiera bajando.
Pero además, y como no ceso de explicar desde aquí, al déficit del Estado hay que sumarle el del resto de administraciones, cuyos déficits están creciendo exponencialmente, y además de la peor forma posible, porque casi el 100% de los mismos son consecuencia del incremento del gasto corriente, fundamentalmente, gastos de personal, y no para mejorar los servicios públicos, como falsamente nos cuenta el gobierno, sino para empeorarlos.
El número de funcionarios según un reciente estudio publicado por la Escuela de Negocios EAE, ha crecido un 32% en ocho años, mientras que el la UE ha bajado un 1,4%, pero como además el coste por empleado público supera en un 23% a los del sector privado, la masa salarial del sector publico ha crecido en un 60% en ese periodo, una cantidad absolutamente disparatada, y lo que es peor, el estudio nos recuerda un hecho económico muy conocido: cuanto mayor es el número de funcionarios en un país, menor es la riqueza que este genera, y menor es el nivel de vida de sus habitantes.
Y el tema no va a mejor sino a peor. La semana pasada en la Comisión de Presupuestos a propuesta del partido socialista con el apoyo de los separatistas del PNV, ERC y BNG, se aprobó el que todo el endeudamiento de CCAA, Ayuntamientos y Diputaciones en 2.009 y 2.010 se destine a gasto corriente, es decir a sueldos, coches oficiales, y equipamientos administrativos, mientras no se destina en euro a inversiones o a mejorar los servicios al público, todo para sueldos y juguetitos. Justo lo contrario de lo prometido por Zapatero en septiembre: austeridad estricta en el gasto corriente prometería con toda su cara.
En definitiva, el problema no es si España cumplirá el Pacto de Estabilidad en 2.013, en 2.016 o el día del Juicio en el valle de Josafat, que no lo va a cumplir porque lo que tenemos es un déficit estructural brutal que además no para de crecer, el problema es muy diferente, a saber: cuánto tiempo puede mantenerse este despilfarro inicuo antes de que España entre en suspensión de pagos como nación o sea intervenida por el FMI y la Comisión Europea.
Roberto Centeno 